Haga frío o calor, ya puede venir la CUP o provocadores supremacistas, Catalanes por la Ley y el Seny continuará hasta que el Gobierno cumpla y haga cumplir la Ley. A continuación ofrecemos el texto del manifiesto que se lee públicamente, con las actualizaciones pertinentes en función de las novedades del momento político
Hoy, 25 de octubre de 2017, un grupo de ciudadanos bajo el lema de Catalanes por la Ley y el Seny, nos hemos concentrado aquí, frente a la Delegación de Gobierno, por vigésima vez consecutiva, soslayando nuestras legítimas diferencias de credo e intereses particulares, así como nuestras preferencias ideológicas, para reafirmar el imperio de la ley, la misma que garantiza a todos los españoles nuestro desarrollo en libertad e igualdad en cualquier parte del territorio nacional.
El 10 de octubre de 2017 y con la declaración de independencia, promulgada por un presidente de la Generalidad que no ha sido elegido por los ciudadanos, se ha consumado un golpe de estado que aniquila nuestro Estado de Derecho, pisoteando el régimen de libertades de todos los españoles.
Esta fractura del orden constitucional se ha consumado porque los representantes de una oligarquía supremacista, han abusado de las libertades otorgadas por la ley y nuestra Carta Magna para confundir a los ciudadanos de Cataluña y traicionar a la sociedad entera.
Una minoría de sediciosos, apoyada por una mayoría circunstancial en la Cámara autonómica, pero no en el conjunto de la sociedad catalana, se ha arrogado el derecho a disponer de una parte de nuestra patria común e indivisible, España, y amenaza la concordia, el desarrollo y la libertad de Cataluña y de Europa entera.
Hemos podido constatar a lo largo de estas 20 semanas cómo el Gobierno de la Nación se ha resistido a aplicar el artículo 155 de nuestra Carta Magna por una mal entendida prudencia. Pero al final, la rebeldía permanente y desafiante del gobierno regional no le ha dejado otra salida. En estos momentos, el Gobierno de la Nación, con el apoyo de los partidos constitucionalistas, ha manifestado su voluntad de aplicar el artículo 155 iniciando el protocolo legal para detener la rebelión y volver al orden constitucional.
Deseamos enviar un mensaje de apoyo para que el Gobierno de la Nación no desfallezca en el camino emprendido. Con sediciosos no se dialoga. Con golpistas no hay mediación posible. A los delincuentes se les aplica todo el peso de la Ley. Para esta tarea un Gobierno de la Nación -sea del signo que sea- tiene detrás a toda España, incluyendo la mayoría social catalana silenciada por el separatismo, como se vio en la gran manifestación de Barcelona del pasado 8 de octubre, en la que un millón de catalanes salieron a la calle para exigir el fin del delirio sedicioso.
El camino será largo. Tal como se esbozó en el acuerdo del Consejo de ministros del pasado día 21, habrá que tomar el mando de la policía de la Generalidad; asegurar una gestión financiera adecuada suprimiendo las partidas presupuestarias para la secesión y destinando esos fondos para fines sociales; tomar medidas para que los medios de comunicación públicos dejen de propagar la sedición y respeten el derecho a una información veraz. Pedimos al Gobierno, además, tomar el control de los centros públicos de enseñanza, para evitar que se siga adoctrinando a los escolares en el odio a España y conseguir que dejen de ser centros de agitación en favor del golpismo.
Sobre todo, habrá que juzgar los delitos cometidos para evitar que pueda volver a repetirse en el futuro una situación que está poniendo contra las cuerdas a nuestra democracia. Si se optara por una política de apaciguamiento y concesiones al separatismo, se estaría preparando una futura crisis que podría llevarnos a una guerra civil. En este sentido, creemos que la democracia española tiene que ser militante. Y nuestras leyes, tal vez la misma Constitución, tendrán que introducir contenidos para hacer inatacable la integridad territorial de España y evitar que funestas ideologías que desean destruirla puedan progresar en su abominable objetivo.
Por último, todavía estremecidos por los horribles atentados de las Ramblas y de Cambrils, que han segado la vida a 17 víctimas, pedimos al Gobierno de España que atienda las recomendaciones de los especialistas en seguridad anti-terrorista, nacionales e internacionales, y eleven a 5 el nivel de alerta, con presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, tal como se hace en todos los países de Europa que han sufrido atentados.
¡¡Viva la Constitución!!
¡¡Viva la Libertad!!
¡¡Viva España!!
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