Francisco Oya: «Casi todos los libros de texto falsean la Historia en Cataluña»

Reproducimos el artículo publicado en El Español

Los inspectores de la Generalitat reprocharon a Francisco Oya que
diera sus clases en español, y luego le expedientaron con acusaciones
falsas.

Es otra víctima del procés, que reclama justicia. El profesor Francisco
Oya ha sufrido durante años una persecución política por parte de la
Generalitat, por haberse significado en la defensa de los valores
constituciones, como miembro de los colectivos Profesores por el
Bilingüismo e Historiadors de Catalunya.

A instancias del director del IES Joan Boscà de Barcelona, en el que
trabajaba, dos inspectores de la Generalitat le abrieron un expediente
disciplinario, que culminó con una sanción de 10 meses de suspensión de
empleo y sueldo.
Desamparado por las instituciones, desde entonces el profesor Francisco
Oya ha batallado en los tribunales. Primero logró que la justicia anulara
su expediente disciplinario por defectos de forma.

Ahora ha presentado una denuncia contra el director del IES Joan Boscà,
Ignacio García Barrera, y contra los dos inspectores que instruyeron su
expediente, Nieves Lorenzo y Antoni Doménech, a los que acusa de los
delitos de acoso laboral, prevaricación, falsedad en documento
público y coacciones para impedirle ejercer sus derechos
fundamentales, como la libertad de cátedra.
El expediente por el que fue sancionado sostenía que el profesor Oya
empleaba en sus clases «lenguaje ofensivo contra las minorías», con
comentarios «homófobos, sexistas y xenófobos».
Cuando Francisco Oya denunció ante la Fiscalía la persecución política
que estaba sufriendo, la Policía Nacional interrogó a padres, profesores y
alumnos. La investigación permitió constatar que las acusaciones
reflejadas en el expediente disciplinario eran falsas, pero
finalmente la Fiscalía decidió no llevar la denuncia a los tribunales.

El profesor Francisco Oya explica a EL ESPAÑOL que estas acusaciones
habían sido lanzadas, con la complicidad del director, por «un reducido
grupo de alumnos simpatizantes de la CUP», hijos de familias
acomodadas del barrio de Sant Gervasi.

Estos alumnos se mostraron especialmente incómodos cuando el
profesor Oya explicó en clase que la declaración de independencia de
Cataluña lanzada en octubre de 1934 por el presidente Lluís
Companys había constituido, en realidad, un «golpe de Estado»
contra la Segunda República.
También cuando expuso que, durante la Guerra Civil, se sucedieron las
matanzas y venganzas personales en Cataluña, en el seno del Frente
Popular entre anarquistas de la FAI y comunistas, con más de 8.000
muertos.
Y cuando presentó ante sus alumnos una antología de textos
abiertamente racistas de destacados dirigentes históricos del
nacionalismo catalán, desde Daniel Cardona i Civit a Francesc
Macià y Jordi Pujol Soley.
Aunque su situación resultó especialmente incómoda desde que, en
2017, fue destinado al IES Jon Boscà de Barcelona. La recepción por
parte del director del centro, Ignacio García Barrera (que antes había
ocupado varios cargos en el Ayuntamiento de Barcelona) fue
«completamente hostil, gélida»

«Un compañero me contó luego que el director había comentado ante el
claustro de profesores, al anunciar mi llegada: ‘Nos envían a un
fascista'». El director le hizo saber pronto que no le gustaban las
publicaciones que realizaba, como miembro de la asociación Profesores
por el Bilingüismo.
Mientras los inspectores le instruían el expediente disciplinario a
instancias del director, el profesor Oya comenzó a sufrir el acoso desde
algunos medios independentistas y a través de las redes sociales. Una de
las inspectoras le advirtió, desde el primer momento, que consideraba
reprobable e incluso «punible» que impartiera las clases en
castellano.
«Luego supe que, siguiendo las indicaciones del director, algunos
alumnos grababan mis clases e incluso me hicieron
seguimientos y me fotografiaron fuera del centro, para colgar luego el
contenido en las redes sociales», explica a EL ESPAÑOL el profesor Oya,
como ha hecho constar también en su denuncia.

El director también permitió que los alumnos simpatizantes de la CUP
exhibieran, en la fachada del instituto y en el interior del aula, una
pancarta contra el profesor Oya con el lema «Fuera fascistas de
nuestro centro»

Tras permanecer de baja durante meses, a causa de los problemas de
ansiedad y depresión que le provocó el acoso que sufría por parte de los
independentistas, la Generalitat le denegó el traslado a otro centro que
había solicitado. Finalmente, optó por pedir la jubilación
anticipada, con la consiguiente pérdida de derechos.

Tras décadas de gobiernos soberanistas en la Generalitat, Francisco Oya
constata que «el adoctrinamiento en las aulas de Cataluña es una
realidad». Comenzando por los propios libros de texto, que replican
todos los mitos del nacionalismo: desde la existencia de la supuesta
Confederación Catalano-Aragonesa (para eludir que Cataluña era en
realidad un territorio dependiente del Reino de Aragón) a la propia
existencia de Cataluña como «nación», que «perdió sus libertades» en
1714 tras la Guerra de Sucesión entre los aspirantes a la Corona
española.
El profesor Oya colaboró en el estudio realizado por el sindicato de
profesores AMES que denunciaba el sesgo nacionalista de los libros de
texto utilizados en los centros de Cataluña. «Prácticamente todos los
libros de texto falsifican la Historia de Cataluña», explica a EL
ESPAÑOL, «el que utilizábamos en nuestro instituto, por decisión de la
directora del departamento, estaba firmado por Agustí Alcoberro», en
aquel momento vicepresidente de la ANC, que jugó un papel
fundamental en el golpe del 1-O.
Francisco Oya no se hace ilusiones de que las elecciones del 12-M sirvan
para cambiar demasiados las cosas. A su juicio, revertir la situación
actual exigiría cambios en profundidad, como que la Administración
central del Estado recupere algunos aspectos clave de las competencias
de Educación. Entre ellos, la fijación de unos contenidos comunes y la
realización de una EBAU única para toda España.

«Es aberrante que el Estado no realice ningún tipo de control
de calidad de los libros de texto, lo hace con los fármacos o con los
alimentos, pero no con los contenidos educativos» que tienen un papel
fundamental en la formación de los jóvenes.
El profesor Francisco Oya considera que una entidad independiente,
como la Real Academia de la Historia, debería ser la encargada de
realizar ese control sobre los textos educativos, para poner fin a décadas
de «adoctrinamiento» que han ensanchado la brecha entre Cataluña y el
resto de España.
En sus clases y artículos, Francisco Oya ha desmontado otros mitos del
independentismo. Ha explicado que algunas de las grandes familias
catalanas hicieron su fortuna con el tráfico ilegal de
esclavos durante el siglo XIX. Y que ERC tuvo su propia milicia
paramilitar fascista durante los años 30, los Escamots (a los que el
presidente Quim Torra rindió homenaje en 2018).
También que Cataluña nunca ha estado «oprimida» económicamente
por el resto de España, sino que se ha beneficiado de políticas
proteccionistas y de un trato privilegiado. La Generalitat controlada por
los independentistas le ha hecho pagar un precio muy caro por exponer
estas verdades. https://www.elespanol.com/espana/politica/20240512/profesor-perseguido-generalitat-libros-texto-falsean-historia-cataluna/854414671_0.html

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